Quizás porqué...

Saturday, August 11, 2007

Saturday, April 30, 2005

Sobre Agamben

Silencio y palabra

El lector Roberto Cignoni, inspirado por una de las frases de Giorgio Agamben (citadas en “Perlas cultivadas” envió a Ñ estas ideas: “Solo el hombre –dice- posesionado por el lenguaje (que le infunde la mísera ilusión de poseer a sí mismo) proyecta su sumisión a lo extraño y cree ver relampaguear signos donde ni lengua ni no lengua libran el juego de la presencia.
Solo el afectado por una palabra alucina la idea de belleza y la hace corresponder a lo humano, pretendiendo alumbrar, por su bello semblante y en la misma palabra, al silencio, sin que el semblante que hace posible el silencia y la palabra sean algo más que la mordedura de la significación.”
Cartas de lectores – Revista cultural Ñ – 17/01/2004

Friday, January 07, 2005

"Dios existe, pero a veces duerme, sus pesadillas son nuestra existencia"

Ernesto Sábato

Friday, November 05, 2004

Soneto XIII

Érase una vez el mito simplificado de Daphne y Apolo. La pobre Daphne corría huyendo de su violador, Apolo, cuando con las pocas fuerzas que le quedaban atinó a implorar a los dioses, quienes desconsolados al no ser capaces de detener al gran dios resolvieron convertir a Daphne en laurel.

Uno de los maestros de la literatura española, Garcilaso de la Vega, se conmovió observando un cuadro de Antonio Pollaiolo que lo inspiró para escribir lo siguiente:

Soneto XIII

A Daphne ya los braços le crecían
y en luengos ramos bueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornavan
los cabellos que el oro escurecía;
de áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros que aun bullendo'stavan:
los blancos pies en tierra se hincavan
y en torcidas raízes se bolvían.
Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerça de llorar, crecer hazía
este árbol, que con lágrimas regava.
¡O miserable'stado, o mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que llorava!
Les dejo el link de la pintura espero que lo disfruten : http://cgfa.sunsite.dk/p/apollaiuolo2.jpg

Friday, October 22, 2004

Gabito

"La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla."


Gabriel García Márquez

de un Dios a su rebaño

No rompáis vuestras cadenas,
caminad hacia la luz
Echaos algunas carreras,
juzgad sin pedir perdón.
Manipulad a vuestras parejas,
corregid, perfectos sois.
No ayudéis, Dios claro existe,
pelearos, la guerra es don.
Convidad con vino y caviares,
mataos de hambre sed y dolor.
Luchad por una frontera,
moveos, estorbos sois.
Convivid con las culebras,
inmolaos en nombre de un Dios.
Eliminad las viejas culturas,
beatificad la vuestra con honor.
Caminad todos separados
iluminad la esvástica al sol.
Glorificad a vuestras almas,
tan sólo de muerte capaces sois.

Casandra de la Esquina©
01/05/2004

A la música

A mi querido amigo Fabri

Música, música. Musicalidad.
Lápidas, máquinas. Inmortalidad.
Rústica estrella, guía campesina
réplica tenue de la luz blanquecina.

Música, música. Musicalidad.
Rápida, lenta. Elasticidad.
Acorde maestro, metáfora ausente
milagro elogioso de un ritmo latente.

Música, música. Musicalidad.
Materia candente. Sonoridad.
Grito prodigio, reto añadido
grata demencia de algún salido.

Música, música. Musicalidad.
Ráfaga pánfila. Eternidad.
Rosas ardientes, agudas espinas
clavan dolientes veneno de vida.

Casandra de la Esquina©

Wednesday, September 29, 2004

Cartas al director

Juzgue usted mismo:
"No les afecta nada" Ahora llegan el señor Caldera y la señora Rumí, haciendo propaganda hacia la inmigración ilegal que tiene España. Estos señores que viven en “una burbuja” de comodidad y seguridad, claro, a ellos no les afecta nada de lo que nos afecta a los españoles más humildes, ellos no deben esperar dos años para operarse, ellos no tienen que llevar a sus hijos a colegios “multiculturales” donde las bandas de “niños” peruanos, ecuatorianos, cubanos, magrebíes, les cobran hasta por salir al patio, y tantas otras cosas que, como no se van a publicar, no me molesto en escribir. Tampoco tienen que mendigar trabajos con contratos de esclavismo, con salarios vergonzosos de aceptar, ni tienen que vivir en los pisitos en los que hasta pasar por las escaleras significa ya un peligro. ¿Verdad, señor Caldera, que usted no pasa por esta maravillosa “multicultura”? Usted vive de los que no tenemos voz para protestar ni diarios que nos quieran publicar cartas como ésta. En cambio, usted y los de su cuerda tienen todos los medios para manipular a la gente.
Ferran Grau Giralt. Vic (Barcelona)

“Su sangre con mi pañuelo” No hay momento ni lugar que no nos recuerde el drama humano de muchos inmigrantes. Acabo de ser testigo de un atropello en una calle de Zaragoza. Mi coche iba detrás del que ha atropellado en un paso de cebra a una señora de mediana edad. Salgo a socorrerla, y después de un momento de tensión, porque la señora no daba señales de vida, por fin levanta la cara ensangrentada. Al recuperar la conciencia de lo que está pasando, sus primeras palabras son: “Me van a echar”. La señora que le estaba sujetando la cabeza y yo, perplejas por su única preocupación, nos damos cuenta de que es rumana y no nos entiende bien. Con insistencia repite “me van a echar”, sin percatarse de sus lesiones. Llega la Policía y una ambulancia, y una vez que doy los datos como testigo, me marcho en mi coche. En el trayecto no puedo dejar de pensar en la recurrente frase de la víctima, y empieza a dolerme el alma y a surgirme “la pregunta sin respuesta”,: ¿Por qué yo voy a mi digno trabajo, y después a mi acogedora casa con mis preciosos hijos en mi bonita ciudad de mi estupendo país? La única respuesta que encuentro es: porque me ha tocado nacer aquí, qué suerte. Hoy he limpiado su sangre con mi pañuelo, y ella sólo pensaba: “Me van a echar”.
Conchita Casales Jasso. Villanueva de Gállego (Zaragoza)

Cartas publicadas Revista El Semanal (diario ABC) 12/09/2004

Friday, September 17, 2004

El círculo

Las heridas se cierran, las costras aparecen durante la noche intentando llenar el vacío de la piel ausente.
A la mañana están tensas. Con su tarea casi cumplida. Ya tan sólo deben esperar a que la piel se regenere con el paso de las horas y los días.
Por la tarde la herida reaparece. Aquellas uñas puntiagudas se clavaron en la piel deshaciendo los cimientos apenas frescos de la costra malograda.
Las heridas se cierran, las costras aparecen durante la noche intentando llenar el vacío de la piel ausente.

Cassandra de la Esquina©